La reforma de 1938

Durante los años treinta del siglo XX el Ayuntamiento de Sevilla decidió convertir algunas escuelas municipales unitarias en escuelas graduadas para organizar los grupos de niños y niñas según su edad y su nivel educativo. El 25 de mayo de 1937 comenzaron las obras de adaptación necesarias en las Escuelas de la Macarena. La reforma la realizó el arquitecto municipal Juan Talavera y Heredia basándose en el proyecto que había hecho antes Rodrigo Medina Benjumea.

Las obras terminaron el 19 de febrero de 1938. El proyecto aumentó la superficie del edificio al unir la clase de niños y adultos y la clase de párvulos, allí se situó el comedor. También se hizo una nueva construcción de menor altura con la cocina, la despensa y un aula para clases de cocina. Se dividieron los antiguos pabellones en dos clases cada uno, se modificaron los espacios auxiliares, se cambiaron entradas y se abrieron nuevos ventanales en las aulas.


Las obras hicieron pasar al olvido las pinturas didácticas. Se demolieron los techos pintados, situados a siete metros, y al bajar las alturas de las nuevas clases se ocultaron los frisos.

Con esta reforma las tres escuelas unitarias se convirtieron en dos grupos escolares graduados: la Escuela Graduada de Niñas Macarena con entrada por la C/ Feria, cuya primera directora fue Dª Pilar Lerma Pina, y la Escuela Graduada de Niños Macarena con entrada por la C/ Pacheco y Núñez del Prado. Ambas escuelas estaban separadas por una valla interior sin ningún contacto entre ellas.